Así opina la canadiense Judith Cohen, un referente en la música medieval y en la canción sefardí, a la que ha dedicado buena parte de sus treinta años de carrera.

Un viaje «sin billete de vuelta» desde Montreal a Europa le permitió conocer distintas culturas hasta que entró en contacto con la música sefardí, parte de una profunda investigación personal.

Muchos años después de ofrecer conciertos regresa a Zamora para cerrar el congreso mañana con un recital.

-¿Qué representa para usted la música sefardí?

-Existe una visión muy romántica de esta música, pero es como cualquier tradición oral, con canciones más antiguas y más nuevas. Lo que la diferencia es que los judíos han seguido cantando en un idioma que se hablaba en un país muy lejano al que habitan en la actualidad.

Un judío de setenta años de Esmirna o Estambul sigue hablando una especie de judeo-castellano mezclado con trozos de catalán, aragonés, griego o turco.

Esto es lo realmente fascinante, aunque no quiere decir que las canciones sean como lo eran antes. La letra del romancero o de algunos cantares de boda es la misma, pero la música la desconocemos, no sabemos cómo era. No se escribió hasta finales del XIX, cuando tenemos las primeras partituras sefardíes.

-¿Existe una relación especial de alguna parte del país con la música de los judíos españoles?

-No lo creo. Los judíos no salieron juntos del mismo sitio el mismo día. En 1391, las masacres del sur hizo que los hebreos se fueran hacia el norte, Portugal o Marruecos.

Siguieron saliendo hasta 1492, cuando tuvo lugar la culminación. Se supone que hablaban y cantaban como se hacía en sus regiones, aunque no fuesen de ese lugar.

Sabemos que los rabinos judíos de finales de la Edad Media se quejaban de que las mujeres judías cantaban como las cristianas, pero no sabemos qué cantaban exactamente.

-¿Por qué está de moda este tipo de melodías?

-Hay muchas razones. A nivel prosaico, es el mercado y se vende. Más de un músico en España me ha dicho que en los últimos doce o quince años que la moda hace que haya intérpretes que aprenden cuatro o cinco canciones, aunque es verdad que hay cantantes cuyo interés es sincero.

También hay otras personas que se interesan por la música sefardí porque piensan que tienen raíces judías.

-¿Qué le convenció para dedicar una parte de su vida a esta música?

-Es buena parte del trabajo que he hecho, pero no el único. Mi caso es un poco raro. La mayoría se interesa por la música y se dedica a ella. Yo lo hice al revés. Me fui de Canadá muy jovencita con un billete de ida y muy poco dinero. Acabé en España por pura casualidad todavía en los últimos años de Franco.

Di clases de francés en un pueblo de Castellón y, con un conocimiento escaso de español, me fui a Turquía. Allí me preguntaron si era judía y me invitaron a conocer un pasado que ignoraba hasta entonces.

Después, hice una tesina sobre la música medieval y mis conocimientos y estudios me llevaron a investigar la música sefardí.

-¿Qué opina sobre el objeto de este congreso: saber más del pasado judío de la ciudad?

-Con mucha suerte encontraremos un documento que hable de la vida cotidiana de los judíos en la Edad Media.

No se trata de recuperar una cultura medieval, ni sefardí ni musulmana, pero saber más siempre es un buen objetivo para un congreso.

En el caso de la música, no sabremos más hasta que hallemos manuscritos.

La gran mayoría de las canciones sefardíes que se graban y se cantan en conciertos son relativamente recientes, de finales del siglo XIX.

Son muy románticas y la gente se imagina que son antiquísimas, pero tienen poco más de cien años.

Medievales, para nada. La música sefardí es una gran mezcla: aparecen nuevas melodías que se van sumando a las canciones que ya se conocían y se interpretaban. Hay que ir con mucho cuidado sobre la verdadera edad de estos temas, que han podido llegar de muchas formas.

-Va a ofrecer un concierto para cerrar este «encuentro en la aljama de Zamora»…

-Como tengo el lujo de ir la última -a pesar de la tensión que eso supone- sabré lo que se ha hablado y cantado los demás y podré pensar qué es lo más indicado de mi repertorio.

-Es decir, que el congreso moldeará su concierto…

-Hasta cierto punto.

Es un congreso que habla del pasado judío de Zamora, de la Raya con Portugal…

Por ahí irán las canciones y por eso estoy aquí.

Fuente: Laopiniondezamora.es

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2 comentarios en ««La gran mayoría de las canciones sefardíes tienen poco más de cien años»»
  1. pienso que el opinante esta equivocado, porque tdas estas melodias las cANTABA MI MADRE,y0 tengo 91, que las escuchó de la suya

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