A tan sólo unos días de que comiencen los conciertos estivales en el Alcázar, la oferta musical en la ciudad sigue multiplicándose, ahora a iniciativa de los hermanos Barragán, que a lo largo de los tres primeros domingos de junio irán combinándose en distintas formaciones para ofrecernos un interesante ciclo de música antigua en la Iglesia de San Gil.
No deja de sorprendernos la cantidad de grupos y solistas fascinados por la música antigua que han proliferado en Sevilla en torno a dos felices fenómenos, la Orquesta Barroca y el Femás. Y aún nos sorprende más el nivel de calidad y seriedad que suelen ofrecer estos artistas con nombre propio. Así en este concierto pudimos de nuevo constatar la exquisitez y delicadeza con que Aníbal Soriano tañe su guitarra, siempre desde el respeto y la seriedad, además de alegrarnos porque la última y decepcionante sensación que tuvimos de Cristina Bayón en el pasado Festival de Música Antigua se hubiera tornado ahora en gozo absoluto ante una voz de emisión clara, control perfecto de la respiración, exquisita y justa ornamentación y modulación en acertado estilo, imprescindible para salvar con éxito arias tan sensacionales como Clori mia, Clori bella de Alessandro Scarlatti o la emblemática Schafe können (Aria de Pales) de J.S. Bach.
En funciones de bajo continuo, junto a Soriano, Isabel Gómez-Serranillos al chelo dio buena muestra de saber hacer y precisión, mientras Marta Barragán acometió con solvencia la difícil tarea de hacer sonar la enorme flauta baja. Como solistas Antonio Barragán dio un recital de musicalidad y buen gusto, sin embargo su hermana Marta vaciló en algunos pasajes, perdiendo tono y acoplándose a veces con dificultad al primero, siempre dentro de un nivel sobradamente aceptable y al servicio de un programa precioso.
Clave Arcadia (Cristina Bayón, soprano; Antonio Barragán y Marta Barragán, flautas de pico; Isabel Gómez-Serranillos, violonchelo barroco; Aníbal Soriano Martín, teorba y guitarra barroca). Programa: Amor y dolor en la Edad de Oro, Cantatas del Barroco tardío (Obras de Telemann, Scarlatti, Corelli y Bach).
El público sevillano
Está comprobado que al público sevillano le encanta una cola. Sólo así se comprende que asista incondicionalmente a cualquier espectáculo que se ofrezca gratuitamente, formando interminables colas, corriendo el peligro de no entrar o teniendo que conformarse con asientos inadecuados; y que cuando la entrada supone un gasto mínimo, como era el caso, de tres euros, no haya ni mucho menos lleno absoluto, aunque esta vez puede que influyera también el amistoso de fútbol entre España y China en el Estadio de la Cartuja. Eso sí, aunque el recinto no estuviera lleno, no faltaron los fastidiosos móviles: ni uno ni dos sino hasta tres sonaron en esta ocasión, aunque uno era de unas señoras extranjeras.
Escrito por: Juan José Roldán