El conjunto francés Discantus es un grupo coral especializado en música medieval y renacentista que, fundado a principio de la década de los noventa del siglo pasado, tiene en su haber hasta dieciséis grabaciones discográficas contando esta que nos ocupa.
Está compuesto por un total de entre seis y nueve voces coordinadas bajo la dirección artística de Brigitte Lesne, que se encarga de diseñar los programas con la ayuda de la musicóloga Marie-Noël Colette.
A pesar de que su campo interpretativo se ha ampliado considerablemente, Discantus está especializado en la monodia y polifonía del Ars Antiqua, la escuela de Aquitania y la escuela de Notre-Dame en París, siglos XI al XIII, apoyándose en el estilo propio del canto gregoriano.
El disco que ha salido al mercado en abril de este año gira en torno a la música que se interpretaba en la corte de Alfonso X, y en concreto, hace hincapié en aquellas composiciones dedicadas a la Virgen María.
De esta forma, el repertorio del CD se nutre de las Cantigas de Santa María, referencia obligada sobre la época, además de piezas pertenecientes al Códice de Las Huelgas y composiciones marianas de los trovadores Guiraut Riquier y Folquet de Lunel que pasaron largas estancias en la corte castellana del rey sabio.
Las Cantigas son uno de los grandes monumentos musicales del Medievo europeo.
Escritas en gallego, recogen los milagros de la Virgen y cantos en su alabanza.
Hay más de 400 y es casi segura la participación directa o indirecta de Alfonso X en su composición.
La afición de los reyes castellanos de los siglos XII y XIII por la música es sobradamente conocida.
Se cuenta que Sancho IV mantenía con sueldo fijo hasta 27 juglares y la corte de Alfonso el sabio era lugar de reunión de trovadores provenzales y gallegos y de juglares castellanos, de forma que constituía un foco cultural que apenas tenía equivalente en Europa.
De acuerdo con el musicólogo Daniel Vega Cernuda, el libro de las cantigas es una antología total de aquello que se cantaba en aquella época en la Europa occidental: canciones de gesta, romances, danzas, monodia litúrgica, melodías de troveros provenzales, Minnesänger alemanes y laudi italianas, lais, rondeaux…
La otra fuente de esta obra del grupo Discantus es el Códice del monasterio cisterciense de Las Huelgas, construido a las afueras de Burgos hacia 1187.
El documento en cuestión contiene las piezas musicales utilizadas para el culto del propio centro que abarcan desde el siglo XII hasta el XIV, y supone una muestra bastante completa de los géneros y polifonías practicadas hasta entonces, a saber, tropos, prosas, motetes y conductus.
Por otro lado, Guiraut Riquier fue una de los grandes trovadores occitanos.
Nacido en Narbona, estuvo en la corte de Alfonso X entre 1270 y 1279 donde compuso numerosas obras de los 101 poemas que se le atribuyen.
Este disco incluye su obra Humils, forfaitz, repres e penedens en cuyo texto pide perdón a la Virgen por sus pecados.
El otro trovador presente en Santa María es Folquet de Lunel de Languedoc con el canto Dompna bona, bel’e plazens. Folquet también estuvo residiendo en la corte del rey sabio, pues se encontraba en 1269 en el cortejo del infante Pedro de Aragón cuando viajó a Toledo a entrevistarse con el monarca.
La cuidada interpretación que realiza el Ensemble Discantus de estas piezas medievales pone en evidencia la sobria belleza desnuda de una música destinada a acercar la voz humana a la madre de Dios.