Siempre se ha dicho que la voz humana es el instrumento más perfecto que existe y, efectivamente, cuando escuchas en acción a un conjunto vocal como Ensemble 4/4 te das cuenta de toda la verdad que encierra esa frase tan manida. Básicamente, un grupo de ocho voces bien templadas y articuladas pueden crear unas texturas de armonía tan sublimes que son difícilmente alcanzables por los ingenios sonoros que hemos ido desarrollando a lo largo de la historia de nuestra especie.
El pasado sábado 12 de septiembre tuvimos el placer de volver a disfrutar de una de esas maravillosas veladas musicales que tienen lugar en el edificio románico que antaño fue la iglesia de Santiago de Sigüenza, esta vez con el combo arriba citado, Ensemble 4/4, una agrupación dedicada al canto que repite en el mismo escenario por tercera vez.
Ellos y ellas se definen como un grupo en el que figuran varios arquitectos y médicos, una abogada, una filóloga y una licenciada en bellas artes, a los que une el interpretar la música que les apasiona y el placer de compartir esa emoción con la audiencia. Y doy fe que esto último lo consiguen con su interpretación, hasta el punto de producir escalofríos en la espalda con algunas de las piezas que cantan de lo bello de su puesta en escena.
A diferencia de su anterior visita a la ciudad del Doncel, en la que trajeron un programa basado en el madrigal, en esta ocasión han optado por una propuesta tan arriesgada como interesante: contraponer piezas de música antigua con otras de música contemporánea, manteniendo como nexo común entre todas ellas el espíritu religioso de las composiciones. De esta forma surge Un salto de fe, el espectáculo con el que nos deleitaron el sábado.
Pudimos escuchar, por una parte, magníficas versiones de obras del siglo XVI de Palestrina, Byrd, Tallis o Arcadelt, que iban siendo combinadas en el programa con temas de compositores vivos como Alexander Campkin o Thomas Jennefelt, así como de otros pertenecientes al siglo XX, como Francis Poulenc.
Especialmente estremecedora resultó la interpretación que realizó el Ensemble de la pieza coral Warning to the Rich (1977) del sueco Jennefelt, un tema evidentemente difícil por sus constantes cambios y que presenta, a pesar de su origen escandinavo, una abierta influencia de la música negra norteamericana y un sano componente de crítica social anticapitalista.
Desde el punto de vista religioso, resulta interesante la inclusión en el programa de dos músicos británicos que sufrieron las tensiones y contradicciones que surgen entre el catolicismo y el culto anglicano durante el reinado de Isabel I, William Byrd y Thomas Tallis. Un periodo fascinante en la historia de Inglaterra en el que un músico arriesgaba hasta la vida por mostrar una devoción papista.
También resultó emocionante la versión de la bella Gózate, Virgen Sagrada, llevada a cabo por la parte femenina de Ensemble 4/4, que pertenece al Cancionero del Duque de Calabria.
Como en otras ocasiones, no nos queda más que agradecer a la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago, organización responsable de la restauración del templo, el que traiga a Sigüenza propuestas artísticas tan interesantes. Hay que subrayar que todos los músicos que actúan en el marco de esta iglesia románica lo hacen sin cobrar y que la recaudación de las actuaciones se destina íntegramente a la reconstrucción del edificio y a su transformación en un centro de interpretación del románico.
Yo siempre lo he sentido así!