En el último concierto del ciclo tuvimos oportunidad de disfrutar de unas piezas de música española de indudable belleza, probablemente desconocidas, tanto las obras como los autores, por la gran mayoría de los que estabais presentes.
Injustamente desconocidas porque, además de ser parte de nuestro patrimonio y nuestra historia, quizá estéis de acuerdo en que es realmente un placer escucharlas.
Nosotros los intérpretes disfrutamos conociendo y dando a conocer estos hallazgos.
Pero desde que se desempolvan los manuscritos en archivos a menudo de difícil acceso y no siempre ordenados o en buen estado, hasta que llegan al oído del público, recorren un largo y arduo camino.
Eso no sería posible sin la importante labor de los musicólogos, que realizan con sus ediciones críticas que los intérpretes utilizamos, un trabajo altamente especializado que requiere un amplio bagaje no sólo musical, sino también musicológico, paleográfico, editorial e informático.
Un trabajo importante y necesario pero escasamente reconocido y apoyado.
Y tenemos que admitir con vergüenza que hemos contribuido a esa falta, porque aunque hablamos de ellos en la presentación del concierto, no hay constancia escrita de ello ni en el programa de mano ni en las notas.
Y estamos doblemente avergonzados porque las partituras no han sido todavía publicadas, lo cual nos obliga a estarles muy agradecidos por habérnoslas facilitado amablemente para la ocasión.
Nuestro agradecimiento pues a:
– José Antonio Gutiérrez Álvarez (Universidad Complutense de Madrid) y Javier Marín López (Universidad de Jaén), ambos pertenecientes al PROYECTO DELAPUENTE, quienes realizaron la transcripción y edición musical de A dónde niña hermosa.
Villancico de Calenda a la Purísima Concepción a 10 voces con violines (jaén, 1734), de Juan Manuel de la Puente (1692-1753).
– A Juan-María Suárez-Martos (catedrático de musicología en el Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo de Sevilla), por su transcripción y edición del Kyrie Eleison.
Letanía de Nuestra Señora a 6 voces con violines (1724), de Pedro Rabassa (1683-1767).
– Y a Marcelino Díez (Universidad de Granada), responsable de la transcripción del Magnificat a 5 con violines de Luis de Mendoza y Lagos (1718-1798).
Esperamos que perdonen nuestra desconsideración, les animamos a seguir su magnífica labor y rogamos que reciba ésta el empuje y sostén que merece, sobre todo en los tiempos que corren, dada la importancia que tiene.
Como en tantas cosas no estamos todavía a la altura de otros países que llevan mucho trabajo realizado en este campo, con un importante patrimonio sacado a la luz, que genera satisfacción, prestigio e imágen, en definitiva riqueza.
Y este atraso no es debido a la falta de calidad, ni de nuestro patrimonio ni de nuestros investigadores.
Fuente: Cantos de Airón
Un duende coló una pequeña errata en el título: Cantos de «Arión», no «Airón».
Gracias por vuestra labor, que tanta falta le hace a la música antigua.
Saludos.
Cantos de Arión.
Ups. Solucionado. Gracias