Durante una década el ciclo de Música Antigua para Jóvenes de Caja San Fernando (luego, Cajasol) permitió la proliferación en Sevilla de grupos que surgían efímeros ante la posibilidad de trabajo.
Desaparecido aquel ciclo, reducido a mínimos el Circuito Andaluz, la actividad en torno a la música antigua se ha contraído notablemente en Sevilla, más allá de la consolidación de algunos grandes nombres.
Por eso es buena noticia la presentación de este nuevo conjunto, que ha fundado el madrileño Carlos Delgado Acosta, profesor ahora en un conservatorio onubense.
Tirando de miembros de las más clásicas formaciones corales del entorno (Coro Barroco de Andalucía, proyectoEle o los distintos grupos de Alonso Salas) logró Delgado reunir para este primer proyecto un grupo de quince voces bien conocidas que le ofrecieron un sonido correctamente empastado, bien perfilado por sus extremos y de apreciable claridad.
El programa se acercaba a dos de los mayores maestros de la música luterana en el siglo XVII.
La retórica juega un papel fundamental en estos pequeños conciertos sacros, y los matices de dinámicas, los subrayados sobre algunos términos clave, sobre las invocaciones (esos Herr) o las exclamaciones (esos Ach), los contrastes entre las partes homofónicas y polifónicas, el destacado puntual de algún solista desvelaron un trabajo detallado por parte del director, aunque en la plasmación de sus ideas faltó un punto más de incisividad, una articulación en la que hubieran pesado algo más las consonantes, para evitar esa sensación líquida de evanescencia que dominó algunas partes del concierto.
Una presencia un poco más llamativa del continuo (tiorba, viola da gamba) habrían quizá apuntado en la misma dirección.
Escrito por Pablo J. Vayón para DiarioDeSevilla.es