Un concierto de contrastes, de música dulce, alegre y por momentos melancólica y nostálgica fue el ofrecido por la Capella Guanajuatensis la noche del jueves 9 de octubre en el Museo Iconográfico del Quijote, como parte del 42 Festival Internacional Cervantino en Guanajuato.

En el programa titulado Las músicas en la época de Shakespeare y Cervantes, integrado por 30 piezas breves, se estableció un acercamiento a las melodías, canciones y sonidos que se escuchaban en los tiempos de ese par de iconos de la literatura universal.

Así, en la primera parte de la velada el ensamble conformado por Djamilia Rovinskaia, Vladislav Badiarov, Mikhail Rovinski y José Suárez, interpretó una serie de temas de Antonio de Cabezón (1510-1566), organista de capilla de la emperatriz Isabel y más tarde músico de Carlos V.

También, de Diego Ortiz (c.1510-c.1570), intérprete de la viola da gamba, y Tomás Luis de Victoria (1545-1611) caracterizado por su imaginación dramática que lo hace de la estirpe expresiva de El Greco, con lo que se abarcó el contexto sonoro español.

En ese segmento también participó la soprano Nadia Ortega, como lo hizo en la segunda parte del programa, el cual estuvo dedicado a la música antigua inglesa.

En esa sección se escucharon 10 obras cortas de William Byrd (1543-1623), uno de los compositores más famosos de su época, caballero de la Capilla Real y John Dowland (1563-1626), especie de Schubert renacentista.

Además, se presentó una selección de siete temas de Henry Purcell (1659-1695), el Monteverdi inglés, compositor del barroco medio y de la siguiente generación de Cervantes y Shakespeare.

El quehacer de Capella Guanajuatensis se distingue por el empleo de instrumentos y técnicas de ejecución apegados a la usanza antigua. De tal manera que son ejecuciones de condición histórica en las que se utilizan violines barrocos y viola, viola da gamba, violonchelo barroco y clavecín.

Fue una actuación donde la voz de la cantante y el trabajo de los músicos agradaron al público que llenó el patio principal del recinto y donde los rostros reflejaban alegría de haber escuchado este tipo de musical que en su tiempo escucharon Shakespeare y Cervantes.

No obstante su antigüedad, la del concierto fue una música fresca y jovial, y al mismo tiempo un vehículo que permitió remontarse a la época y las geografías en las que Miguel de Cervantes y William Shakespeare realizaron sus invaluables contribuciones a la literatura y la cultura universal.

ElGolfo.info

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