Para los que no están familiarizados con este instrumento se trata de una especie de fídula cuyas cuerdas son frotadas por una rueda que actúa de manera continua, formada por una caja de resonancia y otra caja alargada donde se coloca un teclado que se acciona para producir diversas alturas de los sonidos.
El tratado anónimo Quomodo organistrum contruatur (atriuido erróneamente a Odo de Cluny hacia finales del siglo XII) es uno de los primeros escritos musicológicos donde se nos habla de su afinación y de cómo distribuir las tangentes del teclado sobre el mango a partir de los principios teóricos de pitagorismo.
Su interpretación, tal y como atestiguan las fuentes de la iconografía románica, requería la intervención de dos instrumentistas: mientras uno accionaba la manivela el otro manipulaba el teclado.
Era lógico ya que este instrumento podía alcanzar hasta el 1,50 de longitud.
Aparece durante el s.X y alcanza su máximo desarrollo en el XII, siendo usada tanto para música religiosa como profana.
Es el antecedente medieval de los actuales instrumentos de cuerda frotada, su mecanismo se basaba en una manivela la cual accionaba una especie de rodillo forrado de cuero o fieltro que frotaba las cuerdas y las hacía sonar.
Los primeros testimonios de la imaginería románica aparecen hacia 1150 en las regiones del Norte de Europa.
Pero no es hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XII que podemos observar este instrumento en los pórticos peninsulares.
Desde la iglesia de San Miguel de Estella a los Pórticos gallegos de Santiago y Orense, su presencia deviene una constante en los Caminos de Peregrinación.
Su ubicación en la parte más visible de las aquivoltas y sus connotaciones simbólicas hacen de este instrumento uno de los paradigmas musicales del Románico Español.
La pervivencia y continuidad de este instrumento desde las primeras referencias en tratados medievales hasta los tratados renacentistas de ámbito germánico, ha supuesto toda una serie de cambios que podemos ver reflejados tanto en su terminología como en su forma.
En primer lugar, el término organistrum parece ser que está emparentado con la primitiva técnica polifónica de organum (donde una vox pripipaliss era acompañada por una vox organalis)
A partir del siglo XIII este instrumento adquiere una forma más reducida, tal y como lo encontramos en la Puerta de la Majestad de la Colegiata de Toro o en la Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos, donde sólo era requerida la intervención de un sólo músico.
Esta nueva tipología se denominó simfonia, que es como aparece en la literatura hispánica de entonces.
Actualmente el término zanfoña (o viola de roda) es utilizado para referirse a este instrumento mecánico de manera habitual para la interpretación de música tradicional.
Además, aparece en una amplia discografía en catálogos de música medieval y tradicional de inspiración celta.
La evolución del organistrum, daría como resultado la simfonía y posteriormente las actuales zanfonas.
Curiosamente, este desarrollo realizado por los lutiers, presenta dos modelos claramente diferenciados.
Con el propósito de reducir las dimensiones del instrumento, y hacerlo manejable por una sola persona, unos deciden eliminar el cuerpo «en ocho» del instrumento, incorporando la rueda a la caja del teclado, quedando así una forma de hexaedro irregular.
Estas son las simfonías que aparecen en las Cantigas de Santa María.
La otra opción es la que, primero construye un organistrum de dimensiones más reducidas, como el que aparece en el Pórtico del Sarmental de la Catedral de Burgos, y posteriormente incorpora el teclado sobre la caja en forma de «ocho», quedando esta forma conservada en la tradición de las zanfonas españolas.
LA ZANFOÑA. DEFINICIÓN
A partir del siglo XV aparece la zanfoña , instrumento que ha permanecido en Europa, con más o menos difusión, hasta nuestros días.
La zanfoña es un cordófono que deriva del «organistrum».
La diferencia principal, con éste, es que la zanfoña tiene el plumier sobre la caja armónica, a diferencia del «organistrum», que la tiene a continuación.
Posee una rueda que, frotada con resina y movida por un manubrio, hace sonar a las cuerdas cantoras y bordones.
Sus primeras representaciones las tenemos a partir del Renacimiento.
La zanfoña es un instrumento musical que, incluso dentro del mismo país, recibe diferentes nombres.
Así, en Galicia se le conoce como zanfona, nombre que ha sido adoptado coloquialmente por casi todos los músicos actuales españoles.
En Francia se le conoce como vielle à roue, en Inglaterra como hurdy-gurdy y en Alemania como die drehleier entre otros.
Os dejamos un par de enlaces con mucha más información sobre este fantástico instrumento
Atento, Fernando Caballero Muñoz
Que chulo, mira uno en la pagina esta de musica antigua que se llama bariton.
qué curioso…
Laura Dav
Pablo Massa !!!
Irónicamente, mucha más variedad instrumental en la Edad Media y el Renacimiento que hoy—y mucho más estéticos.
Eduardo Eber Díaz Sánchez que te parece?
Alonso :O
se ve hermoso
de hecho es el unico instrumento de origen europeo.
Os invito a conocer la página de Instrumentos Musicales de la Tradición Medieval Española. Dan buena cuenta de éste y otros muchos, a cual de todos más interesante y con más historia.
En Inglaterra lo llamamos un «hurdy-gurdy»
o en el siglo XVIII, un «órgano de barril» [= barrel organ] y el jugador fue llamado «molinillo de órganos» [= organ grinder].