Hoy se estrena una nueva sección en la WEB, para que cualquier aficionado pueda acceder y realizar críticas sobre discos, conciertos, recitales, músicos, etc…
De esta manera todo el mundo podrá tener acceso a las primeras impresiones, opiniones y análisis de cualquier información relacionada con la música antigua.
Con esta sección, se pretende dotar a los aficionados con más recursos que les permita expresarse e intercambiar información.
Que nadie piense que hay que tener grandes conocimientos para hacerlo.
A un buen cocinero le debe interesar tanto la opinión de un experto crítico gastronómico, como la de un comensal que disfruta con ilusión de su comida sin análizarla, de la manera más fresca y desenfadada.
Lo que os guste dará ánimos y lo que no, servirá para intentar mejorar.
La foto es buenísima.
Muy interesante.
Al no encontrar un lugar más adecuado para aportar esta crítica, la hago en este lugar, para que la gestionéis de la manera más adecuada. Gracias por vuestra dedicación.
Voy a comenzar con la sinopsis, más que crítica, de un CD que ha salido a la venta hace muy poco, y que añade al interés que siempre entraña la novedad, el hecho de ser producto nacional.
Se trata de «Ópera Zapico», de los hermanos del mismo nombre que forman el conjunto «Forma Antiqva»: Lo integran una compilación cuidadosamente elegida de piezas de ópera, desde Monteverdi a Mozart, arregladas para instrumentos a excepción de la última, muy en la línea Zapico. Sí, hay un «estilo Zapico», quizás a veces algo heterodoxo desde el rigor musicológico, pero fiel a la verdad barroca que busca sorprender, recrear, entretener y emocionar. El que conozca la versión de «Las cuatro estaciones» del «cura pelirrojo», ya sabrá a lo que me refiero.
Las adaptaciones se construyen sobre el trío barroco de clave u órgano, tiorba y guitarra, y se ornamentan ocasionalmente con un elemento solista, que puede ser la flauta, la percusión, la viola da gamba, el cornetto o, en el último número al final del disco, el coro. Las piezas de Mozart, en sugerente ritmo ternario, quedan marcadas por el contraste entre órgano y cuerda en pizzicato que infunden la obra de fresco aire popular. El el cornetto de Lluís Coll, en el «Rinaldo» de Haendel, sugerentemente nasal, es otro ejemplo de magistral reinvención, al igual que el aria de Cavalli «Moglie mie sconsolate», «cantado» por una lírica viola da gamba; sin olvidar el final corolario que supone el «Thanks to these lonesone vales» de Purcel, este sí cantado, con un aire onírico y sugerente.
Todo ello, queda fundido en una genialidad, que puede catarse en el siguiente enlace, donde los artistas ofrecen un fragmento de cada una de sus magistrales y ahijadas piezas.
http://formaantiqva.com/2013/operazapico/opeindex.php
María Gelpí
¡Gracias María!