El Parlamento europeo acaba de aprobar una resolución por la que los instrumentos musicales son considerados equipaje de mano en los vuelos de la Unión.
La medida tiene un notable impacto entre los profesionales, estudiantes, escuelas de música, teatros, conciertos y artistas del ámbito musical, porque podrán llevar sus instrumentos consigo y no tendrán que pagar un billete doble.
Las restricciones aplicables a los instrumentos se ha convertido en un serio obstáculo para la movilidad de los artistas dentro de la UE y en todo el mundo.
La resolución se aprobó por 580 votos a favor, 47 abstenciones y 41 en contra.
De todos modos, ahora falta el refrendo del Consejo de Ministros de Transporte de la Unión Europea, que podrá aceptarlo o adoptar una propia resolución, en cuyo el debate volvería de nuevo al Parlamento.
La resolución del Parlamento europeo ha contado con numerosos apoyos de entidades, asociaciones y afines del mundo musical.
Falta por saber también el encaje de esta resolución en las compañías aéreas, especialmente en las “low cost” y sus limitaciones al equipaje, pues no es lo mismo llevar consigo un violín que una Viola da Gamba.
En ese caso, ¿dónde se pone?. Las cabinas de los aviones de tipo medio y regional no están preparadas para llevar instrumentos grandes, por lo que está por ver cómo se resuelve el asunto, si es que finalmente se aprueba.
El hecho de que haya que facturarlos ha provocado daños, para los que las indemnizaciones no cubren su coste real.
En la actualidad, cuando los músicos quieren facturar o embarcar un instrumento en el avión, se enfrentan a limitaciones y restricciones por parte de las aerolíneas, que pueden negarse incluso a permitirles llevarlos a bordo de la cabina del avión.
Se han dado casos en ese sentido, incluso, aunque hayan pagado el importe de un asiento adicional.
Sólo un dos por ciento de las reclamaciones son atendidas favorablemente.
Veremos a ver que pasa.
Esta es la enmienda:
Hay que ver como sigue esta historia, y qué pasará con los vuelos desde América y otros continentes. Con mi esposa hemos tenido un drama cuando viajáramos desde Buenos Aires a Ambronay con su violonchelo. No nos permitieron pagar para que el instrumento viajara en un lugar adecuado y, finalmente, la empresa Iberia perdió el instrumento, nunca supimos a qué lugar lo enviaron, si se detruyó, o lo robaron. Mi esposa no pudo hacer la «stage», fue un desconsuelo.
Até que enfim….