Cuando hablamos de música podemos llegar a decir que es el elemento primordial para lograr el equilibrio afectivo, intelectual, sensorial y motriz que persigue la educación.
Los seres humanos tenemos aptitudes musicales.
Muchos no llegamos a desarrollarlas.
El placer que significa ‘hacer música’ y los enormes beneficios que esta aporta como factor de desarrollo de la personalidad, tendría que tener más importancia en nuestra educación.
En el currículo de la educación primaria la música tiene un papel, podríamos decir, que secundario.
Un papel que debería ser principal por los beneficios que hemos citado anteriormente.
Esta falta de protagonismo de la música como factor básico para el desarrollo y la educación de las personas puede compensarse en las escuelas de música.
Las escuelas de música se transforman en un centro formativo que cumple con una función social y cultural dirigida a todos los ciudadanos, y que además promueve valores como la solidaridad o el trabajo en equipo.
LA MÚSICA EN EL PROCESO EDUCATIVO
¿Qué ofrece la música a la educación? En un primer momento potencia las capacidades de escucha, concentración y percepción ya que sus disciplinas requieren desde un principio una atención global.
Por otro lado, la responsabilidad, la disciplina y el orden, ya que desde la primera clase de instrumento, el profesor incide en la importancia del buen cuidado y manejo del instrumento.
La música también permite un proceso de socialización entre personas con gustos similares. Y como no, la creatividad.
El solfeo, la teoría musical, la interpretación, la composición… permiten a que el alumno demuestre su capacidad creativa.
Como bien dijo el director de la Escuela de Musica Amando Blanquer “el buen músico no es aquel que imita, sino aquel que innova y llega a adquirir su propia personalidad”.
Josep Lluís Durá, presidente de la escuela SOCIETAT UNIÓ MUSICAL D’ALCOI coincide en señalar que la crisis ha mermado el número de matriculas, pero no tanto como se pudiera imaginar en estos casos.
Al ser una escuela oficial depende en cierta manera de las subvenciones, unas subvenciones que año tras año van llegando con más retraso y que cuando llegan sufren considerables recortes.
Durá asegura que llevan unos tres o cuatro años sin alterar las cuotas, no obstante sí que tienen que buscar alternativas para poder salir adelante.
Es el caso de las actividades extraescolares, donde tienen que echar mano de la imaginación para encontrar actividades que no supongan un gasto extraordinario.
Para Josep, la oferta de las escuelas de música se convierten en un elemento indispensable en la educación de cualquier persona.
Ya que cree que es muy importante la faceta artística en la educación.
Y la música se convierte en el principal exponente en este aspecto por los beneficios hablados y por las opciones de futuro que esta ofrece.
Escrito por Antonio Soriano – Fuente: pagina66.com
Una gran verdad y Universal ¡¡¡
La República de Platón, libro II.